José García Velázquez es Pediatra en el Hospital General de Segovia (España) y desde siempre poeta aficionado, aunque en los últimos 7 u 8 años escribe poemas casi todos los días. Su mayor ilusión es compartir sus poemas con los demás por lo que disfruta viendo que llegan a quienes puedan necesitarlos, para un trabajo, para subir el ánimo, para compartir sentimientos...
Segovia, 11 de enero de 2011
En una pequeña alcoba,
la niña cuando está sola
oye el rumor de las olas
en su bella caracola;
en ella se escucha el mar,
olas que vienen y van...
hasta que siente llamar
a voces a su mamá,
que le dice que ya es hora
de que se vaya a cenar
y deje la caracola
en la que escuchaba el mar.
Segovia, 11 de enero de 2011
En cualquier lugar del mundo,
si las personas desfilan
en formación de uno en uno,
se le llama «fila india»;
mas me parece oportuno
cuando los unos se apilan,
recordar que de los hunos
el rey se llamaba Atila.
Segovia, 1 de junio de 2010
En una taza caliente
se bañaba el chocolate
y en el mismo recipiente
la leche quiso bañarse.
Un churrito despistado
en la taza se metió…
y así los tres terminaron
en la panza de un glotón.
Segovia, 1 de mayo de 2010
Da vueltas en torno de él,
gira y gira sin parar,
moviéndose el carrusel…
y no lo ves avanzar.
Los niños con ilusión
se montan para volar,
ir en un camaleón
o en un caballo de mar;
por el aire con Pegaso,
en un vapor navegar,
a lomos de escarabajo
o en un pez globo flotar…
Y como testigo mudo,
viendo al carrusel girar,
los contempla el Acueducto,
emblema de la Ciudad.
Segovia, 25 de septiembre de 2007
En el tranquilo ocaso
viajo con la poesía
hasta lugares mágicos
del reino de Fantasía.
Sentado en la tumbona,
sin pasar a la acción,
voy de neurona en neurona
con la imaginación.
Vuelvo a los días tiernos,
felices, de mi infancia,
que quedan ya muy lejos
y apenas recordaba,
guiado por aromas
que me son familiares
y me acercan personas
que ya no son reales.
Me encuentro en los rincones
perdidos del cerebro
con brujas y dragones
y princesas de cuento.
Combino los colores
con notas musicales
y mezclo los olores
con adornos florales.
Un vuelo imaginario
me lleva hasta el lugar
donde seres extraños
parecen descansar,
a salvo de miradas
curiosas y agresivas,
lejos de las palabras
perversas y ofensivas.
Aquí todo es amable
y se respira amor.
¡Si fuera perdurable
lo que en sueños se vio!
Segovia, 9 de enero de 2007
Miles de años
hasta inventar la escritura
y estamos tan ufanos
porque perduran
gracias a ella
en la memoria
los hechos que sucedan
en nuestra historia…
Hace ya muchos siglos
nació la imprenta
y con ella los libros
que al alma inquieta
llevaron la sabiduría
de los mejores
y la fantasía
de los soñadores.
Aún hace muy poco
vimos nacer
con ruido y alboroto
la nueva red,
que de un lado a otro
hace correr
hasta el lugar más remoto
el último saber.
¡DEJEN PASO A INTERNET!
Segovia, 21 de marzo de 2010
Despertar…
Tras nueve meses despiertas
al momento de nacer:
nada más abrir la puerta,
comienza tu amanecer;
despertar…
a lo largo de la infancia,
alumbramiento diarïo
de quien descubre a distancia
un nuevo Mediterráneo;
despertar…
hasta perder la inocencia
cuando la vida te aparta
al llegar la adolescencia
de la verdad que soñabas;
despertar…
hasta aprender a ser hombre,
luchando por la virtud
mientras las fuerzas responden,
madurez en plenitud;
despertar…
mirando desde el otero
de quien se ha hecho mayor,
tras recorrer el sendero
de la dicha y el dolor;
despertar…
tras el trance de la muerte,
llamados por el Amor,
que te pensó eternamente,
hasta despertar en Dios.
Molinoviejo, 21 de enero de 2009
El agua que baja libre
lleva un canto melodioso
que en alma se percibe
con gratitud y reposo.
Agua que bajas cantando
de la sierra por el frío,
según pasas vas cambiando
como cambia mi albedrío.
Desde siempre tu sonido
fue para el hombre regalo,
en la ribera del río
o en un humilde regato.
A veces vas prisionera
en los canales y fuentes
y de la misma manera
tu canto se hace presente.
¡Qué sensación de grandeza,
profunda serenidad,
en esa canción eterna
de las olas en el mar!
Segovia, 14 de enero de 2009
Te crece sin avisar
en el párpado un orzuelo
y te puede complicar
la vida sólo con verlo;
grano tan descomunal
que casi te deja ciego,
apenas puedes mirar
por lo grande que se ha hecho.
Antes solían curar
con un remedio casero:
una llave de verdad,
de las del interior hueco;
la tenías que aplicar
sobre el ojo con denuedo
y pronto se iba a quedar
casi, casi a ras de suelo…
Ahora debes estar
a tu Oftalmólogo atento,
que él te va a solucionar
tu problema con acierto.
Segovia, 6 de abril de 2009
(«El sueño…ayuda a una limpieza cerebral»;
Diario Médico, lunes 6 de abril de 2009, página 16)
Igual que el ordenador
al apagarlo descansa,
el sueño reparador
a nuestra mente da calma
y las pequeñas heridas
que dañan el disco duro
al dormirnos cicatrizan
con el descanso nocturno;
tras este proceso grato
de limpieza cerebral,
por la mañana más datos
podremos almacenar…
Pero la computadora
apagada, desconecta
mientras quien sueña recobra
recuerdos de la trastienda,
pues la mente liberada
de prejuicios que le aprietan
será la mejor aliada
de quienes escriben poemas.
Segovia, 10 de septiembre de 2006
La montaña va llorando
lágrimas en arroyuelos,
cuando con la primavera
el sol calienta en el cielo.
Mientras la nieve derrite
el sol de la primavera,
el agua canta canciones
para el valle que la espera.
De cada nevero baja
por la montaña un arroyo
y todos juntos le cantan
al valle formando un coro.
Canta canciones al valle
la nieve que se destila,
al caer de roca en roca
agua pura saltarina.
No verás agua más pura,
ni verás mayor portento
que el agua de la montaña
que al valle baja corriendo.
Nada la trucha feliz
en el agua cristalina,
a veces corriente abajo
y a veces corriente arriba.
En el deshielo le dicen
que tiene color “mayenco”
al azul agua del Cinca
que nace en los Pirineos:
cada arroyo una canción,
cada canción un tesoro,
al irse formando el río
del agua de los arroyos.