Un soñador es aquel que tiene los pies bien puestos en la tierra y los ojos en las estrellas
Astrid Siebenlist (9 años)
Había una vez un gusano que siempre estaba triste. Sus amigos se reían de él, le decían que eran tan, pero tan feo que no lo dejaban salir de su casa para que no asustara a los demás. Tanto se cansó de las burlas, que decidió esconderse en su casita y no salir más.
Pasó el tiempo, y sus amigos comenzaron a preocuparse porque el gusano no aparecía nunca, ni siquiera a comer.
Hasta que un día vieron salir de su casita a una mariposa. ¡No lo podían creer! El gusano se había transformado, y ahora hasta podía volar. Además, había dejado de ser un gusano feo… ¡ahora era una hermosa y colorida mariposa!