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CUENTO DEL COLEGIO PÚBLICO VIRGEN DE LA PAZ DE GÓJAR, GRANADA, ESPAÑA


El más listo

Autores: alumnos y profesores del Colegio Público «Virgen de la Paz», Gójar, Granada, España.

(Adaptación del cuento «La inteligencia» de Rafael Marco).

En un país de África, llamado Benín, hace muchos, muchísimos años, vivían dos amigos que tenían unos nombres muy raros, rarísimos.

Uno se llamaba: «El más listo es uno» y el otro «El más listo es dos».

Todo el mundo se decía por qué se llamarían así. Un día, el rey, sorprendido también por aquellos nombres tan curiosos, los llamó a su palacio para interrogarlos.

«El más listo es uno» llegó primero al palacio, y el rey preguntó: ¿Por qué te llamas así?
Yo me llamo «El más listo es uno», porque soy tan listo que no tengo que preguntar nada a nadie ni aprender nada más.

«El más listo es dos» llegó después al palacio del rey, y este le preguntó: ¿Por qué te llamas así?
Él le contestó: Yo me llamo «El más listo es dos» porque siempre creo que debo consultar a los demás y aprender de ellos.

El rey, no sabiendo quién tenía razón, decidió hacer un concurso para saberlo, y les dio una calabaza a cada uno, que tendrían que devolver cuando pasaran tres años. En cada calabaza mandó meter dos palomas sin que ellos lo supieran.

Cuando «El más listo es uno» llegó a su casa, colgó la calabaza en el techo de su casa y esperó que pasaran los tres años.
«El más listo es dos» llegó a su casa, y no sabiendo qué hacer con ella, le preguntó a su vecino. Los dos miraron y remiraron la calabaza.

Descubrieron que tenía una ranura. La abrieron y encontraron dos palomas dentro de la calabaza. Las sacaron de allí y las metieron en una jaula. Les dieron de comer y de beber y les hicieron un nido. Las palomas tuvieron muchas crías y hubo que hacer muchas jaulas y muchos nidos para todos.

Cuando pasaron los tres años, «El más listo es uno» cogió su calabaza y se la llevó al rey. Este dijo que la abriera y descubrió que dentro estaban las dos palomas muertas. «El más listo es dos» necesitó muchos amigos para que le ayudaran a llevar las jaulas.

Así quedó demostrado que es más listo el que pide ayuda a sus amigos y aprende de los demás.

El rey, como era muy viejo y estaba muy cansado, decidió dejar de ser rey y en su puesto nombró a «El más listo es dos».
«El más listo es dos» reinó en Benín muchos años y fue un buen Rey porque siempre consultaba a los demás antes de tomar una decisión.

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